En la conferencia “Relecturas modernas de autores clásicos: el pensamiento de Asia Oriental, hoy” los problemas de la
traducción y los prejuicios del traductor, y en general de los especialistas, fue uno de los puntos más interesantes.
Albert Galvany echa la culpa de la imagen mística que algunos lectores tienen del Dao De Jing precisamente a los traductores.
Por ejemplo en las traducciones que se hacían de este texto en un principio, se decidió dejar escrito en chino “Dao” y además escribirlo con mayúsculas. Así, si leemos las primeras líneas del texto sería:
“El Tao que puede nombrarse no es el Tao eterno”.
Sin duda este texto es bastante críptico y puede provocar al lector una idea exótica del asunto.
Albert Galvany elogió la traducción de Anne Helene Suárez de la editorial Siruela. Esta misma frase se leería:
“El curso del que se puede discurrir no es el curso permanente.”
Respecto al Dao De Jing, además de los problemas de la traducción, explicó Albert Galvany que en realidad había tres versiones muy diferentes del Dao De Jing o Lao zi. La versión canónica y las procedentes de los hallazgos arqueológicos en Mawangdui y Guodian, en 1972 y 1993.
Uno de los descubrimientos más importantes es que es posible que el taoísmo no fuera en su origen una corriente tan opuesta al confucianismo, al contrario de la idea que se ha trasmitido por la tradición.
Querida Ana: Muy interesante su comentário sobre el Tao Te Ching. Puede resumirse en una frase muy popular en los círculos académicos de Italia: :»Traduttore, traditore». Entretanto, em relación com la ojeriza de Lao Tse, no solamente por los princípios confucionistas, como por los princípios de todas las escuelas filosóficas de la época, le sugiero que visite http://www.alquimiadelaotse.blogspot.com. Reciba un gran abrazo e felicitaciones por su blog .
En realidad el Taoísmo si es opuesto al confucianismo y mas aún en su forma original; ya que sí es cierto que el taoísmo no es tan místico como se cree y de hecho en sus orígenes fue una corriente de pensamiento filosófico cosmológico, ateísta y acrático; y no una religión monarquista y animista como lo es hoy. De hecho el taoísmo religioso es el menos opuesto al confucianismo, ya que las religiones que dicen ser taoístas, budistas o confucianistas en realidad no son la forma pura de esas corrientes sino que mas bien son un sincretismo resultante de la adición de elementos taoístas, budistas o confucianistas (segun cada caso) a la religión tradicional china que comprende múltiples cultos y ritos animistas y/o politeístas; por lo tanto el Taoísmo original no era una religión sino una filosofía, y bastante antiteísta y secularista, al igual que el Budismo original de Siddhartha Gautama y en cierta medida el Confucianismo primigenio tambien fue laicista aunque mas agnóstico y no tan ateísta como el Taoísmo de Lao-Tse, Chuang-Tse, y Lie-Tse. La diferencia radica en los aspectos políticos de estas filosofías, donde el Taoísmo era un férreo opositor a la desigualdad social y a la acumulacion de riquezas por parte de la aristocracia a costa del pueblo, razón por la que los taoístas durante toda la historia de China impulsaron revoluciones antimonarquistas como la «Rebelión de los Turbantes Amarillos» y la «Rebelión de los Boxers»; de hecho contrario a lo que se cree, el Partido Comunista Chino (Gong Chang Dang) no fue fundado por Mao Tse-Tung sino por Chen Tu-Hsiu, un intelectual y revolucionario Taoísta de caracter filosófico y no religioso; pero el señor Chen Tu-Hsiu fue expulsado del PCCh por simpatizar con el Trotskysmo, la corriente Marxista opuesta a Stalin, y por eso los Maoístas en su fanatismo por el Stalinismo proscribieron a Chen Tu-Hsiu tal como en la URSS expulsaron a Trotsky. Otra hubiera sido la historia de China si los trotskystas hubieran gobernado en vez de los estalinistas-maoístas, pero el punto es que los taoístas sí tenían una visión política emancipatoria en toda su historia; mas bien anarquista en la antigüedad y luego mas marxista en los siglos XIX y XX, en cambio los Confucianistas siempre fueron mas bien monarquistas y justificaban la desigualdad social argumentando que las clases altas y la nobleza poseían el «Mandato del Cielo» y eso les daba derecho para gobernar e imponer su ley (Fa) sobre los «Hombrecillos» (gente común, obreros, campesionos, proletarios, plebeyos), ya que los confucianos consideraban que los «hombrecillos» no estaban capacitados para gobernarse a sí mismos y por eso era el deber sagrado de la realeza gobernarlos a ellos. Lo que sí debe destacarse es que Confucio siempre desaprobó la corrupción y sostenía que el gobernante debía ser benevolente con su pueblo y darles educacion, salud, y trabajo digno; pero aún así persistía en preservar los beneficios de lujos y excesos del monarca porque consideraba que esos privilegios le eran genuinos por ser el «Hijo del Cielo», algo que Lao-Tse desaprovaba totalmente ya que no creía en jerarquías espirituales ni en el derecho divino de los reyes.
Para mas información léase «Las Enseñanzas de Lao Zi» de Iñaki Preciado Idoeta, el señor Idoeta es por mucho el sinólogo mas capacitado y estudioso de la cultura china y uno de los pocos en hacer sinología traduciendo directo al español (la mayoría de los sinólogos traducen desde el inglés de Waley o Needham y del alemán Wilhelm). Además Iñaki Idoeta es el mas actual y contemporáneo y vivió harto tiempo en China, incluso en el Tibet.
Saludos.